jueves, 14 de agosto de 2008

La República de T., cuyo nombre, surgido de la unión de dos palabras de la lengua mina, significa «orilla del agua», es un territorio de 56.600 Km', que parece menor al compararlo con la extensión habitual de los países africanos. Entre Ghana al O y Dahomey al E, su costa se asoma al golfo de Guinea. La frontera septentrional limita T. y Alto Volta. Su forma es casi rectangular, con una anchura media de 75 Km. (máximo en el centro de 150 Km.). Medio físico. La unidad geomorfológica que destaca en el paisaje de T. es la cadena montañosa Togo-Atakora, que se inicia en Ghana y llega hasta Dahomey; se desarrolla en toda su amplitud en T., al que atraviesa desde la latitud de Kloto (donde los montes Agon llegan a los 1.025 m.), en dirección SO-NE, hasta alcanzar, cerca de la frontera oriental, otro de sus más altos vértices, con 825 m. La continuidad de la cadena está rota por profundos hundimientos y, a veces, las cuarcitas que la componen fundamentalmente están levantadas casi hasta la vertical. Cruza prácticamente todo el país, dejando al NE una penillanura granítica. El NO es una depresión que forma parte de la cuenca del Volta. La zona elevada del interior desciende hacia la llanura litoral, pasa por una terraza laterítica, que se alza hasta 70-80 m., y termina en una costa de lagunas, en la que son características las formaciones recientes, y las acumulaciones de aluviones fluviales y marinos. Las costas están cubiertas por bosques de manglares, que más al interior se convierten en árboles maderables. La sabana completa el cuadro de la vegetación togolesa. Clima. La cantidad de agua recogida varía enormemente entre la región costera y la interior. La explicación se ha buscado en las diferencias morfológicas entre las dos regiones, que pueden ser causa de que el monzón pase por la zona litoral sin descargar apenas, por lo cual la lluvia en el litoral supera los 800 mm.; en cambio, en las zonas montañosas se eleva hasta los 1.500 mm. Del mismo modo, varía el régimen de estas precipitaciones entre el N y la faja meridional; al sur del paralelo de los 8° se da una doble estación lluviosa (de marzo a junio y de septiembre a noviembre), mientras que hacia el N, desde el paralelo 9° la estación húmeda es única. La temperatura es uniforme en conjunto, con sólo una pequeña diferencia en la amplitud anual -unos 3° como máximo- y un tono medio regular también: se mantiene entre los 26° y 28°, y sólo en casos excepcionales desciende de los 20°. Para completar el cuadro del clima togolés, y en cierto modo para caracterizarlo, hay que citar la influencia que en T. tiene el harmattan, y que hace de este país una excepción; el harmattan, que normalmente no llega a las costas meridionales de esta zona de África, alcanza en cambio a T. y sopla en las regiones medias desde enero y más tiempo todavía al ir hacia el N, dónde se deja sentir desde noviembre. Población. T. pertenece al grupo de países africanos que mantienen una buena densidad de población, quizá aumentada en este caso por lo exiguo del territorio. Los 1.791.300 hab. (estimación 1969) equivalen a 32 hab/Kmz. Si a esto se añade que la distribución real sobre el terreno es muy desigual, resulta que en muchas regiones hay una verdadera superpoblación. La división regional del país no responde a un criterio demográfico, étnico o de tradición, pero es la división administrativa de Togo. La región marítima tiene su centro en Lomé (capital de la nación), ciudad de 92.700 hab., que rige una zona de 6.100 Km2 (100 hab/Kmz), en la que viven 611.200 togoleses. La región del altiplano, al norte de la anterior, abarca 20.430 Km2 con 490.400 hab., y comprende las plataformas y penillanuras entre la costa y la región montañosa. Su capital es Palime (16.400 hab.). La región central, de 19.904 Km2 y 420.200 hab., tiene su centro en Sodoké (17.400 hab.). La región de la sabana, de 10.130 Km2 y 269.500 hab., tiene su capital en Mango (9.400 hab.), a la orilla del Oti, afluente del Volta. Esta división en regiones no da idea de la distribución de la población, pues junto a zonas prácticamente deshabitadas hay otras con densidades de tipo europeo. Una línea desértica sigue la frontera togolesa con Dahomey, casi sin solución de continuidad desde el SE del país a la circunscripción de Mango, y al O, también en el límite con Ghana, las regiones de Malfakasse y Donga tienen los mismos caracteres desérticos. Al S, entre Agou, NouatTOGOja y Akposso, hay otro espacio deshabitado. Por contraste, en las regiones de Anecho y Moba la densidad humana supera los 50 hab/Km2 y en algunos casos llega a los 120. Los grupos étnicos más numerosos son los ewe (299.000), cabrais (200.000), ouatchis (172.000), losso (86.000), mina (84.000), cotocolis (73.000), moba (69.000), gourma (63.000), akposso (40.000), ana (36.000), etc. La población se formó a partir de la autóctona con mezcla de elementos procedentes del imperio mossí y de la zona de Gourma. Economía. El aspecto más interesante de la economía togolesa es el agrícola; en este campo, el desarrollo de T. es intenso y evidente. Se cultivan y están ocupadas por árboles de distintas especies, cuyos productos se explotan, 2,1 millones de Ha. (38% del territorio); 1,3 millones de Ha. (23% de la superficie del país) es cultivable. Medio millón de Ha. están cubiertas de bosque (9,5% del país), y otras 200.000 de prados y pastos (3,5% del país). Queda, pues, como tierra considerada improductiva económicamente la cuarta parte del país. El producto más importante en T. es la palma, que nace espontáneamente en el Sur, pero que se cultiva también en factorías establecidas sobre todo en los alrededores de las ciudades de la costa (Lomé, Anecho, etc.) y cuya explotación es causa de la gran concentración humana de esta zona. En 1971 se exportaron 17.000 t. de fruto y 2.800 t. de aceite. Sigue en importancia económica el cacao (26.000 t. en la campaña 1971-72), cuya explotación proporcionó en 1970 a T. 6.336 millones de francos CFA. Su cultivo se concentra especialmente en Klouto, ciudad situada en la región montañosa, pero que pese a ello ha creado a su alrededor una floreciente explotación agrícola. También se cultiva la palmera aceitera. En la región de Lomé, la más floreciente de T., en Atakpame, al pie de la montaña, y en Palime, se cultiva algodón, que ocupa en conjunto 90.000 Ha. (6.000 t. de fibra en 1971), y en el centro del país, café (13.200 t.). También se explotan otros productos comerciales, como copra (1.000 t. en 1971), y de consumo interno: maíz (220.000 Ha. y 100.000 t. en 1971), sorgo y mijo (300.000 Ha. y 130.000 t.), arroz (26.000 Ha. y 22.000 t. en 1971), mandioca (150.000 Ha. y 1.170.000 t. en 1970), etc. Otra fuente de riqueza es la ganadería, practicada especialmente en la zona septentrional; los fulbes y haussas que habitan esa región son tradicionalmente pastores, con centro en Sansanné-Mango. El mayor número de cabezas corresponde a los ganados caprino (580.000) y ovino (570.000). Como otros muchos países africanos, T. cuenta con unas ciertas perspectivas de explotación minera, especialmente por la existencia de yacimientos de hierro con reservas de verdadera importancia y también de fosfatos, de los que se exportaron 1,5 millones de t. en 1970. El transporte de mercancías se realiza a través de 5.106 Km. de carreteras y 491 de líneas férreas. Lomé es el principal puerto y aeropuerto de la nación.

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